domingo, 20 de mayo de 2012
Un hombre de gran corazón.
Si hace unos días dedicaba una primera entrada a la entrevista que nos permitía acercar a los cofrades de Cáceres, la Semana Santa Cacereña a un escaparate nacional (por generalizar un poco), hoy toca particularizar y abrir un poco el corazón para hablar de uno de los grandes (dicho esto con letras mayúsculas) de la Semana Santa, que abrió hace ya algunos años su corazón a nuestra querida tradición, y que a fecha de hoy es uno de sus buques insignias. Este hombre bueno es Francisco Berlanga de Ávila.
Hacen ya algunos años que depositó parte de su corazón en Cáceres, y así nos lo ha hecho saber cada vez que hemos tenido ocasión de conversar con él, y personalmente, pienso que en Paco (como le llamamos), tenemos a un amigo, un confidente y una persona que nunca va a procurar ningún mal a los que con él están.
De sus manos, y de sus gubias han salido imágenes tan importantes como la Ntra. Sra. del Carmen, de la Hermandad del Carmen Doloroso, y que procesiona cada Miércoles Santo por las calles de Sevilla, pero además, es el responsable de las restauraciones que las imágenes veneradas de la Cofradía del Cristo de las Batallas han tenido en los últimos años.
Paco es una persona que abre sus brazos a todo aquel que dá con él, por ello con esta entrada querría rendirle mi personal tributo al permitirme acercarme a él.
Tuve la ocasión de conocerle de muy pequeño, aunque recientemente es cuando he tomado un mayor contacto con él. A fecha de hoy, es un amigo de verdad, de los que no van a fallar. Gracias Paco.
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