Parece que estaba escrito en el calendario universal que mueve los hilos de la Humanidad, que en el día de hoy en el que en Cáceres celebramos nuestro Santo Patrón San Jorge, tuviera que ser el día en el que los sevillanos inauguraran su Feria de Abril, famosa Feria en todo el orbe.
Pero en contra de lo que se pueda pensar, esta Feria que hoy se inaugura, no lleva en mente de los sevillanos unas horas, no. Para un servidor es fácil decir que "la Feria", lleva en mente de los sevillanos desde el pasado mes de febrero, pues quien suscribe el presente tuvo la ocasión de pasar por El Real que desde el día de ayer acoge a los sevillanos en sus días de mayor fiesta y algarabía, siendo en aquel momento un solar en el que descansaban unos cuantos hierros con tela de lona a rayas de colores, así como se vislumbraba la impresionante portada que esta noche será la puerta de Sevilla durante siete días.
Pero el objetivo de este post no es decir esto que todos sabemos, no, sino más bien hacer un llamamiento a nuestros gobernantes para que tomen cumplida nota de cuanto sucede en estos días que hoy comienzan, allende en Sevilla, en las relaciones entre las hermandades y el Consistorio Local. Con esto no digo que aquí en Cáceres sean malas, porque decir eso sería mentir soberanamente, pero desde luego, en momentos de relevancia social para la ciudad como puede ser el caso de la Feria de San Fernando, se podrían asemejar a las de Sevilla, y me explico.
Allí, en la otra orilla del Guadalquivir, en la Caseta Municipal de la Feria de Sevilla serán recibidas las Hermandades Penitenciales de Sevilla a disfrutar de un agradable día de convivencia entre todas ellas, intercambiando impresiones y acercando posturas entre unas y otras. ¿No sería interesante que en Cáceres sucediera lo mismo? Personalmente, pienso que sí, que además supondría un acierto en las relaciones entre las hermandades entre sí (que no es mala), y supondría un paso más en las relaciones entre el Consistorio y las Corporaciones Penitenciales de la ciudad.
Queda como apunte, que espero que no quede como una lágrima de aceite en el inmenso mar de Internet, para el que lo quiera leer.
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